Las enfermedades de la piel son muy complicadas de tratar ya que, muchas veces, no podemos evitar las causas que desencadenan estas patologías.

Lo que está en nuestra mano es paliar los síntomas y los riesgos asociados a la dermatitis, para mejorar la calidad de vida de nuestro amigo.
Cuáles son los problemas más frecuentes para tratar una dermatitis
Las complicaciones más frecuentes para tratar una dermatitis son muy variados, los hay derivados a las características de la propia patología, pero también existen complicaciones derivadas del tipo de tratamiento a emplear.
En cuanto a la patología en sí

- Sus causas son muy diversas y por tanto, los tipos de dermatitis son muy variados.
- Puede afectar tanto a perros como a gatos.
- Es una patología crónica que puede afectar al animal a lo largo de toda su vida. Unas aparecen a cualquier edad y otras son más frecuentes a edades concretas. Como ejemplos podríamos decir que:
- El impétigo y el acné son más típicas de los cachorros.
- La dermatitis atópica normalmente, hasta los 3 años.
- Las dermatitis por pulgas, se dan más frecuentemente, entre los 3 y los 6 años.
- Afecta a animales con todo tipo de piel y pelo:
- Acral por lamido – más frecuente en perros de pelo corto
- Aguda húmeda (Hot spot) – en los de manto tupido
- Micótica – en animales de piel arrugada
- Al ser tan multifactorial, aunque algunos tipos de dermatitis sean estacionales, afecta a nuestras mascotas en todas las épocas del año.
- Existen razas más predispuestas a sufrir problemas de piel y donde pueden cronificarse más:
- Bulldog inglés y francés
- Retriever (Labrador o Golden)
- Pastores alemán o belga
- Terrier (Westie o Fox)
- Shar pei y Pequinés
- Muchos de sus agentes causales son complicados de evitar (insectos, ácaros, hongos,…) e incluso algunas dermatitis como la atópica, no pueden revertirse y sólo podemos mejorar la calidad de vida del animal que la sufre.
Si nos referimos a los tratamientos
- Los tratamientos deben ser multifactoriales y con principios activos que pueden originar efectos indeseables o interacciones medicamentosas, que complican aún más su tratamiento combinado:
- Antiinflamatorios
- Antibióticos
- Antifúngicos
- Antipruriginosos
- Antihistamínicos
- Existen frecuentes complicaciones como heridas auto infligidas, infecciones o infestaciones por acceso de ácaros e insectos y/o por lamido (aunque no sean la causa primaria de la dermatitis), que comprometen el tratamiento y retrasan la resolución del mismo
- Las líneas de tratamiento naturales tienen familias muy complejas, a base de champús, geles, mousses, etc. y con productos específicos para cada tipo de lesión en la piel (dermatitis atópica, seborreica, piógena,…), lo cual complica el cumplimiento del tratamiento.
Teniendo en cuenta estos tres últimos puntos, un tratamiento óptimo sería aquel que, simplificando el número de productos a usar, tuviera todos los efectos necesarios para combatir la dermatitis, pero sin efectos adversos y que además, minimizara por sí mismo, la posibilidad de aparición de infecciones secundarias por lamido o por acceso a la zona afectada de insectos o ácaros.
