Perdida de calidad de vida en dermatitis
Es evidente que la dermatitis en nuestros perros es una patología que deteriora enormemente la calidad de vida de la mascota que la padece. Esto se debe a diversos factores entre los que podemos destacar:
Frecuencia
La dermatitis es una patología de alta prevalencia entre los perros ya que es padecida por mas del 15% de la población canina española.
Tipos y etiologías diversas

- Dermatitis atópica por alérgenos o hipersensibilidades
- Por picaduras de pulgas (DAPP)
- Por picaduras de dípteros (moscas)
- Acral por lamido.
- Dermatitis húmeda aguda («Hot Spot» o «Mancha caliente»).
- Por contacto.
- Dermatitis micótica (por hongos). Más frecuente en pliegues y arrugas.
- Dermatitis en cachorros (Impétigo y Acné).
Sintomatología variada y severa
- Inflamación e irritación de la piel
- Eccema y enrojecimiento de la piel
- Descamación de la piel y alopecias
- Xerosis o resecamiento de la piel
- Prurito (picor) agudo
Frecuentes complicaciones

- Heridas Auto infligidas por rascado o mordido compulsivo.
- Infecciones secundarias frecuentes ya sea por el propio lamido del perro o ya sea por el acceso de ácaros e insectos (pulgas, moscas, tábanos,…) a la zona infectada.
- Muchos de los tratamientos convencionales pueden generar problemas yatrogénicos si se precisan a largo plazo.
La disminución en la calidad de vida se refiere tanto a:
Mascotas
Gran impacto en la vida cotidiana del animal debido a

- Picor intenso constante y agudo.
- Nerviosismo extremo por cronificación del prurito e incluso «tristeza» del animal que sufre constantemente.
- Inflamación y dolor duradero.
- Infecciones secundarias frecuentes.
- Necesidad de usar «collares isabelinos» con mucha frecuencia.
- Necesidad de tratamientos a largo plazo que pueden tener efectos indeseables (antinflamatorios y antibioterapia).
Propietarios

- Precisa una atención constante por parte del propietario.
- Es mejor contemplar unas medidas higiénico sanitarias complejas para paliar los síntomas y la frecuencia de aparición.
- Algunas de ellas son incurables y durante toda la vida del perro mantienen al propietario atento a la dolencia de su animal.
- Visitas muy frecuentes al veterinario.
- Tratamientos costosos y a largo plazo en muchos casos.
- Tensión psicológica al ver sufrir a su mascota tan frecuentemente.
